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Una enfermedad que te hace alérgico a la carne y a los lácteos se está expandiendo por el mundo

Los efectos de esta reacción pueden incluir ronchas, hinchazón, náuseas, dolor abdominal e incluso un 'shock' anafiláctico en casos graves.
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Una picadura de garrapata puede desencadenar una enfermedad poco común pero altamente peligrosa: el síndrome de alfa-gal. Esta condición, que se está expandiendo por el mundo, provoca una reacción alérgica tardía al consumir carne roja, productos lácteos y otros derivados de mamíferos, llegando incluso a poner en riesgo la vida del afectado.

Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., compartidos por The Conversation, hasta 450.000 personas podrían padecer el síndrome en el país norteamericano. Además, se estima que los casos se han intensificado en seis continentes en los últimos años.

El desencadenante es una molécula de azúcar llamada alfa-gal, presente en los tejidos de la mayoría de los mamíferos, pero ausente en los humanos. Tras una picadura, la saliva de la garrapata introduce esta molécula en el organismo, lo que puede llevar al sistema inmune a generar anticuerpos que causan reacciones ante futuras exposiciones.

Los síntomas suelen aparecer entre dos y seis horas después de ingerir alimentos como carne de res o cerdo, queso, leche, gelatina o incluso ciertos medicamentos. Entre los efectos más comunes se incluyen ronchas, hinchazón, náuseas, dolor abdominal y, en casos graves, ‘shock’ anafiláctico.

¿Dónde se encuentran estas garrapatas?

La molécula es transportada por muchas más especies de garrapatas de las que la mayoría de la gente cree, incluyendo la garrapata de ciervo, conocida como la de patas negras, que también transmite la enfermedad de Lyme. Estos tipos de ácaros se encuentran en patios, parques urbanos y bosques, donde tienen fácil acceso a los humanos.

Los expertos aconsejan vigilar posibles reacciones después de comer productos de origen animal, y consultar a un médico ante cualquier sospecha. En casos severos, se recomienda llevar siempre un autoinyector de epinefrina, medicamento que se utiliza para tratar las reacciones alérgicas graves. El síndrome se puede detectar a través de una prueba de sangre.

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