Un equipo internacional de bioingenieros, dirigidos por la Universidad Estatal de Pensilvania (Penn State) en EE.UU., desarrolló una tecnología de bioimpresión en 3D de capas delgadas de piel que por primera vez logró cultivar el tejido sobre una herida hasta sanar completamente en animales de laboratorio.
La clave de este resultado estuvo en la elección del tejido graso humano para imprimir capas de piel viva y potencialmente folículos pilosos. «Creemos que esto podría aplicarse en dermatología, trasplantes de cabello y cirugías plásticas y reconstructivas; podría ser un resultado mucho más estético», afirma Ibrahim T. Ozbolat, profesor en Penn State y líder del equipo.
Reconstrucciones más naturales
«La cirugía reconstructiva para corregir un traumatismo en la cara o la cabeza, debido a una lesión o enfermedad, suele ser imperfecta y produce cicatrices o pérdida permanente del cabello», explica Ozbolat. «Con este trabajo, demostramos que la piel bioimpresa de espesor total tiene potencial para hacer crecer el pelo en ratas. Este es un paso más hacia la posibilidad de lograr una reconstrucción de la cabeza y el rostro en humanos con un aspecto más natural y estéticamente más agradable».
Los pioneros
Ozbolat y su equipo son los primeros en imprimir intraoperatoriamente un sistema vivo completo de múltiples capas de piel, incluida la hipodermis. Los investigadores expusieron que intraoperatoriamente se refiere a la capacidad de imprimir el tejido durante la cirugía. Señalaron que el método puede usarse para reparar la piel dañada de manera más inmediata y sin problemas.
La capa superior, la epidermis, que sirve como piel visible, se forma con el apoyo de la capa intermedia por sí sola, por lo que no requiere impresión. «La hipodermis está directamente involucrada en el proceso por el cual las células madre se vuelven grasas», subrayó Ozbolat. «Este proceso es fundamental para varios procesos vitales, incluida la curación de heridas. También desempeña un papel en el ciclo de los folículos pilosos, específicamente para facilitar el crecimiento del cabello», añadió.
«Realizamos tres conjuntos de estudios en ratas para comprender mejor el papel de la matriz adiposa y descubrimos que la administración conjunta de la matriz y las células madre era crucial para la formación hipodérmica», comentó Ozbolat. «No funciona eficazmente solo con las células o solo con la matriz; tiene que ser al mismo tiempo«, recalcó.
Apariencia más natural
También descubrieron que la hipodermis contenía crecimientos descendentes, la etapa inicial de la formación temprana de los folículos pilosos. Según Ozbolat, la capacidad de hacer crecer cabello con precisión en sitios de traumatismos o enfermos puede limitar la apariencia natural de la cirugía reconstructiva. Los hallazgos del equipo se publicaron recientemente en Bioactive Materials.