Cada vez más reservistas israelíes están optando por no presentarse a cumplir con su deber, aumentando de esta manera la presión sobre un ejército ya sobrecargado en medio de una guerra que se prolonga de forma indefinida, informa The Washington Post.
Nadav Shoshani, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), reconoció que las cifras de alistamiento han disminuido aproximadamente un 15 % desde octubre del año pasado, cuando, tras el ataque de Hamás, cientos de miles de israelíes de toda condición se presentaron para luchar, muchos de ellos sin ser llamados a filas.
Un reservista israelí anónimo que sirve en las fuerzas especiales reveló al periódico que su unidad de doce hombres se redujo a cinco después de que siete de ellos se negaran a presentarse. «Nunca imaginamos una guerra tan profunda y tan prolongada», explicó. «Y, además, que no habría nadie que nos pudiera reemplazar», agregó.
The Washington Post destaca que muchas mujeres israelíes han tenido que reducir sus horas de trabajo para poder cuidar a sus hijos solas. Asimismo, la escasez de trabajadores ha afectado negativamente a la productividad del país. El crecimiento económico de Israel cayó al 2 % el año pasado y se espera que se reduzca al 1,5% en 2024, señaló el doctor en economía Benjamin Bental.
Israel comenzó su ofensiva contra la Franja de Gaza después del ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023. Además, las FDI iniciaron una campaña de bombardeos en el Líbano y posteriormente una invasión terrestre. En los primeros meses de la guerra fueron reclutadas en el Ejército israelí unas 350.000 personas, mientras la población total del país es de 9,7 millones.