Henry Sanderson, editor ejecutivo de Benchmark Mineral Intelligence, un proveedor de datos y análisis para la cadena de suministro de baterías de iones de litio, analizo en una reciente entrevista con el portal SupChina el papel que desempeñará China en el futuro del coche eléctrico.
«Multimillonarios ocultos» que controlan la cadena de suministro
Sanderson, quien además es autor del libro ‘Volt Rush: The Winners and Losers in the Race to Go Green’, que se publicará en julio, señaló que, aunque todo el mundo ha oído hablar de Elon Musk, la mayoría desconoce quiénes son «los multimillonarios ocultos» que controlan esta cadena de suministro.
«Aunque conocemos a Tesla, muy poca gente sabe que depende de las baterías de CATL [Contemporary Amperex Technology Co. Limited], que es una empresa china. En unos 10 años, CATL se ha convertido en el mayor productor de baterías del mundo. Y cuenta con una enorme cuota de mercado», señaló.
«Hay todos estos desarrollos interesantes que ocurren entre bastidores y que creo que la gente no entiende realmente. Y vienen con sus propias implicaciones y geopolítica, y es un segmento increíblemente rápido», afirmó Sanderson, añadiendo que hay que «ser más conscientes de estas cadenas de suministro para poder entender lo que está pasando».
Indicó que la cuestión ahora es ver si las empresas como CATL o la productora de vehículos BYD pueden entrar en los mercados occidentales, al haber dominado el mercado nacional chino. Apuntó que «los mercados occidentales están muy atrasados» y apenas tienen fábricas que producen baterías para vehículos eléctricos a gran escala o minas de litio o refinado de litio.
«La pregunta es para Occidente: tenemos la voluntad política, la demanda de los consumidores, pero ¿vamos a alcanzar a estas empresas chinas, que ya fabrican baterías a un coste competitivo?», añadió.
Al mismo tiempo se refirió a la LFP, una batería compuesta de fosfato de hierro y litio que es mucho más barata. El experto indicó que el gigante asiático produce más del 90 % de estas baterías y «en Occidente no hay casi nada». «Creo que a corto plazo vamos a ver a los chinos venir a invertir en los mercados occidentales, y vamos a ver que la política pasará a un segundo plano», dijo.
¿Cuál es el objetivo de China?
De acuerdo con Sanderson, «el objetivo de China es dominar toda la cadena de suministro hasta el vehículo eléctrico, el producto de mayor valor, y vender esos vehículos a los mercados occidentales». El experto recordó el caso de MG Motor, un fabricante de automóviles británico que fue adquirido por la compañía estatal china Shanghai Automotive (SAIC), que actualmente vende en el Reino Unido vehículos eléctricos con una batería CATL.
«Creo que vamos a ver a las empresas chinas ir tranquilamente a Europa, ir a América. Porque no podemos descarbonizar a corto plazo sin China. Va a tomar tiempo para que Occidente se ponga al día», manifestó.
Además, subrayó que Pekín domina gran parte del refinado y el procesamiento del litio y «aunque un minero occidental descubra y construya una mina en África, es posible que tenga que enviar la roca de litio a China para su procesamiento».
Asimismo, apuntó que China ha comprado casi todos los activos mineros de la República Democrática del Congo, el mayor productor mundial de litio. «En lo que respecta al níquel, los chinos acaban de realizar enormes inversiones en Indonesia, que se convertirá en el proveedor dominante de este metal para las baterías de los vehículos eléctricos. Indonesia se ha convertido casi en una colonia de níquel de China. Para mí es difícil ver que Occidente se ponga al día», indicó.
¿Y qué pasa con las compañías occidentales?
Además, mencionó a la compañía estadounidense Redwood Materials, creada por el cofundador de Tesla, J. B. Straubel. «La gente de Tesla, a su favor, entiende el tipo de inversión que se necesita. Y están trabajando en la creación de grandes instalaciones de reciclaje en Estados Unidos, y también en la producción de materiales para baterías», expuso.
Problemas implícitos
Por otra parte, el experto subrayó que «el potencial de la electrificación es ilimitado: vemos bicicletas eléctricas, barcos eléctricos, carretillas elevadoras eléctricas, camionetas eléctricas». «La cuestión es más bien el transporte de larga distancia, si las baterías pueden alimentar camiones tan grandes. Y en la aviación de corta distancia, las baterías podrían ser una posibilidad real. Las nuevas químicas de las baterías también podrían aumentar la densidad energética y abrir nuevas vías», explicó.
Según Sanderson, actualmente el mundo se está «alejando» del petróleo, pero va a depender más de la minería, de las materias primas, que en el pasado. «Yo diría que la minería es probablemente una de las industrias menos atractivas que hay, pero necesitamos una gran expansión de la misma para poder ser ecológicos», opinó.
Para concluir, el experto advirtió que el proceso de producción de coches eléctricos implica varias problemáticas con las que hay que estar vigilantes: «Tiene geopolítica, tiene trabajo infantil potencial, tiene todos estos problemas que necesitan ser limpiados».