Un estudio realizado por científicos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés), publicado este martes en Annals of Internal Medicine, revela que los casos de infección por el hongo ‘Candida auris’, resistente a los medicamentos y potencialmente mortal, están aumentando a un ritmo «alarmante» en los centros de atención médica de todo el país. El número de casos casi se duplicó de 2019 a 2021 y siguió aumentando en 2022.
El ‘Candida auris’ se detectó por primera vez en EE.UU. en 2016. En 2020 en el país se registraron 756 casos de la infección, una cifra que en 2021 ya había aumentado en un 95%, hasta alcanzar los 1.471 casos. Aunque no todos los estados han facilitado aún información sobre el número de infecciones en 2022, las cifras muestran que la tendencia al alza ha continuado. Las cifras preliminares de 30 estados contabilizan al menos 2.377 casos para 2022.
La autora principal del estudio, la doctora Meghan Lyman, dijo a NBC News que la propagación intensiva de la enfermedad, «especialmente en los últimos años, es realmente preocupante«, y agregó que el aumento se observó «no solo en las áreas de transmisión en curso, sino también en áreas nuevas».
Este hongo, que puede encontrarse en la piel y en todo el cuerpo, supone una grave amenaza para los pacientes ya debilitados por otras enfermedades, pues provoca complicaciones graves a medida que se propaga por los sistemas corporales. Es por este motivo que las personas que corren más riesgo son los pacientes de hospitales y residencias de ancianos.
«Desgraciadamente, los organismos multirresistentes, como el ‘Candida auris’, son cada vez más frecuentes entre las personas de mayor riesgo, como los residentes de centros de cuidados a largo plazo», afirmó Tammy Yates, portavoz del Departamento de Salud del Estado de Misisipi.
El año pasado, la Organización Mundial de la Salud situó al ‘Candida auris’ entre las peores amenazas fúngicas a las que se enfrenta la salud pública en la actualidad, dado el peligro que supone para los pacientes vulnerables y la dificultad de su tratamiento.