Cientos de personas acudieron este martes a la mezquita del Mediterráneo de Marsella para despedir a Nessim Ramdane, víctima colateral de un ajuste de cuentas vinculado al tráfico de drogas. El hombre, de 36 años, trabajaba como conductor de VTC (vehículos de transportes con conductor) y fue asesinado a tiros el pasado viernes por un sicario de 14 años que se apoderó de su vehículo para cumplir un contrato en Marsella, Francia.
«Él no tuvo nada que ver con toda esta vulgaridad y barbarie», dijo Ali Benattia, de 72 años, que se presentó como el tío del fallecido.
Supuestamente, el agresor habría sido reclutado por internet por miembros de una red de narcotráfico de Marsella a cambio del pago de 50.000 euros para asesinar a integrantes de un cártel rival. La noche del delito, junto con otro menor, habrían pedido al conductor que los dejara y los esperara mientras llevaban a cabo su macabra misión, pero Ramdane se negó, momento en que el sicario le disparó mortalmente en la nuca, con un revólver Magnum 357, recogen medios locales.
Apasionado del fútbol y padre de tres hijos, Ramdane es descrito por sus familiares como un hombre trabajador dispuesto a sacrificarse por el bienestar de su familia. También era una figura emblemática del fútbol local, ya que vistió las camisetas de numerosos clubes de la región durante su carrera amateur y entrenó a los niños del club Saint-Zacharie, donde vivía con su familia, explica su tío.
