Una fuerte tormenta invernal que azotó a Estados Unidos en la víspera de Navidad, ha causado una veintena de muertos y ha dejado sin electricidad a cientos de miles de hogares y negocios. El clima extremo también provocó accidentes en las carreteras y paralizó el aeropuerto internacional de Búfalo, en el estado de Nueva York.
La escala de la tormenta, que se registró desde los Grandes Lagos, cerca de Canadá, hasta el Río Bravo, en la frontera con México, prácticamente no tiene precedentes: alrededor del 60 % de la población quedó bajo alguna clase de alerta o aviso meteorológico.