Rodrigo Chaves Robles, presidente electo de Costa Rica, usó un tono conciliador en su discurso de la victoria, clamando que llegó momento de guardar las banderas políticas y haciendo un llamado a su contrincante, José María Figueres, a conciliar posturas.
En el hotel Radisson y frente a la euforia de sus partidarios ahí reunidos, el economista dijo que recibía los resultados que lo dan como ganador con humildad. Añadió que ya conversó con el presidente de la República, Carlos Alvarado.
“Recibí con la más profunda humildad la responsabilidad que me ha dado el pueblo costarricense (…) Es momento de asumir una gran responsabilidad”, dijo Chaves, flanqueado por familiares y colaboradores.
En un cambio de tono notable con respecto al que sostuvo a lo largo de la campaña, Chaves habló en buenos términos del liberacionista Figueres, e incluso utilizó una de las frases frecuentes de su adversario, cuando le pidió que trabajen juntos en pos del “milagro costarricense”.
“Envío mi reconocimiento a José María Figueres y a todas las personas que votaron por él. Le pido a don José María y asu partido que trabajemos juntos (…) Lo digo, se lo ruego humildemente, que trabajemos juntos para hacer posible lo mismo que José María Figueres llamó el milagro costarricense”.
[ Figueres solo dedicó una frase a su contendiente ]
“Costa Rica, lo mejor esta por venir. Asumo el mandato con una obligación para hacer mi trabajo con transparencia (…). Asumo el compromiso de hacer un gobierno democrático, respetuoso de la ley y de los valores costarricenses”.
“Una vez más, los costarricenses han cumplido con creces y ejemplo su tarea. Ahora nos toca a los que hemos sido electos cumplir con la nuestra”