Un grupo de investigadores de instituciones médicas de Namibia reportó en un artículo, recientemente publicado en la revista Case Reports in Clinical Medicine, el caso de un niño namibio de 7 años que contrajo una rara infección de la piel que es causada por larvas de gusanos.
Según los científicos, un menor originario de la ciudad de Rundu, en el noreste de Namibia, se quejó durante tres días de tener una sensación de picazón en el pie izquierdo. A partir de ese momento, se observó que en el pie del niño aparecieron unas líneas oscuras que se hacían más pronunciadas a medida que le picaban.
El menor fue llevado a un hospital, y tras descartar picaduras de insectos y otras lesiones, los médicos procedieron a interrogar al niño sobre la zona donde vivía, descubriendo que en su hogar había perros, además de que solía caminar descalzo con sus amigos en la arena.
Larvas de gusanos la causa de la infección
El diagnóstico, que estuvo basado en el historial clínico y un examen físico que se le practicó al menor, reveló que sufría de larva migratoria cutánea (LMC), una enfermedad que se desarrolla en la piel humana tras el contacto con larvas de ciertos nematodos (gusanos extremadamente delgados) que parasitan a algunos animales.
El nematodo más común es el ‘Ancylostoma braziliense’, aunque también se han observado otros como el ‘Ancylostoma caninum’. Cuando los animales infectados con estos parásitos depositan sus heces en suelos húmedos o arenosos, los huevos eclosionan y se convierten en larvas, generalmente en un período de 2 a 9 días.
De acuerdo con los autores del estudio, las larvas pueden introducirse a la piel al momento que los humanos, en especial los niños, caminan con los pies descalzos en la arena o suelos infestados. Al penetrar debajo de la piel, las larvas crean lesiones lineales pronunciadas. La respuesta del sistema inmunológico a la LMC, así como las lesiones producidas por las larvas, son las responsables de la aparición de surcos y picazón en la piel.
Aumentar la conciencia sobre la LMC
El menor fue dado de alta del hospital, luego de que sus lesiones desaparecieran por completo. Se sabe que, para tratar la LMC, los médicos le aplicaron un medicamento antiparasitario y un antihistamínico. Los científicos concluyeron que es «necesario aumentar la conciencia sobre esta enfermedad entre los trabajadores de la salud», además de realizar una implementación y promoción de «medidas preventivas» para reducir su incidencia.