Una mujer consiguió este lunes reducir a 11 años su pena de prisión por homicidio, tras argumentar su defensa que debía ser eliminada esa acusación porque el hombre al que disparó mortalmente traficaba sexualmente con ella, según documentos de un tribunal del condado estadounidense de Kenosha.
Chrystul Kizer, de 22 años, se declaró a principios de este año culpable de homicidio imprudente. En 2018, cuando tenía 17 años, asesinó con un arma de fuego a Randall Volar, de 34 años, sostuvieron los fiscales. La joven le disparó en la cabeza, quemó su casa y robó su auto, un BMW, según recoge AP.
Inicialmente fue acusada de múltiples cargos, incluidos los de homicidio intencional en primer grado, incendio provocado, robo de automóvil y cometer un crimen en posesión de un arma de fuego. Sin embargo, la mujer alegó que el asesinato se produjo en defensa propia, ya que el hombre empezó a traficar con ella cuando tenía 16 años.
El Tribunal Supremo del estado de Wisconsin aprobó en 2022 una ley estatal que exime a las víctimas de trata de toda responsabilidad penal por delitos cometidos como consecuencia directa de su sometimiento. Esto permitió al equipo legal de Kizer presentar pruebas de que los delitos que se le imputaban eran «resultado directo de la violencia que sufrió».
Kizer cumplirá además cinco años de libertad condicional, según dijo a CNN este lunes el fiscal de distrito del condado de Kenosha, Michael Graveley. De los 11 años de prisión se descontarán 570 días «porque ya los ha cumplido en espera de juicio», indicó.
