Una firma de abogados se prepara para presentar demandas a nombre de más de un centenar de personas que alegan haber sido abusadas, maltratadas y explotadas sexualmente por Sean Combs, conocido artísticamente como Puff Daddy o P. Diddy. Esta nueva ola de acusaciones contra el rapero estadounidense se produce tras varias otras demandas civiles por agresiones similares en el último año, y luego de su arresto en septiembre por cargos de tráfico sexual.
Las acciones legales fueron anunciadas este martes en Houston (Texas, EE.UU.) por Tony Buzbee, quien representará a las presuntas 120 víctimas, 60 hombres y 60 mujeres, de las cuales 25 eran menores de edad cuando supuestamente sucedieron los abusos. El letrado aseguró que además de Combs, otros individuos, bancos, hoteles y compañías farmacéuticas serán señalados como acusados, recoge el diario Los Angeles Times.
«Cómplices que presenciaron este comportamiento y no hicieron nada. Me refiero a las personas que participaron y lo alentaron […] Ellos ya saben quiénes son […] Los sorprenderá», aseveró refiriéndose identidad de estos, que será revelada eventualmente, precisó en una rueda de prensa.
De acuerdo con ABC13, la mayoría de los incidentes ocurrieron en los últimos 25 años, aunque la mayoría se remiten a periodos posteriores a 2015, en fiestas, eventos de lanzamientos de álbumes y otras celebraciones organizadas por Combs, como las «fiestas blancas». Estas últimas eran ostentosas reuniones por las que Diddy fue famoso a lo largo de la década de 2000, en las que sus invitados, muchos de ellos eran estrellas de Hollywood y celebridades de alto perfil, tenían que vestir de blanco.
Drogas, sexo y amenazas
Buzbee asevera que el 90 % de los alegatos juega un papel principal el uso de drogas, entre ellas, la xilacina, un sedante para animales. Por lo general, se les ofrecía a las víctimas bebidas «adulteradas con algo». «Una vez que la bebida hacía efecto, los agresores realizaban todo tipo de actos sexuales con la víctima. Muchas veces, la pasaban de mano en mano mientras otras personas observaban y disfrutaban del espectáculo», señaló.
Quienes se negaban a consumir eran expulsados del encuentro. Los demás temían que los sometieran a violencia física o que sus carreras o finanzas se vieran perjudicadas si se negaban a participar. «Las personas que querían entrar en la industria eran obligadas a realizar este tipo de conductas con la promesa de convertirse en estrellas o de que Sean Combs escucharía su cinta», dijo Buzbee.
3.800 denuncias
Luego de investigar más de 3.800 denuncias contra Diddy en todo EE.UU., Buzbee acepto defender a aquellos 120, que respaldaron sus afirmaciones con fotografías, videos y mensajes de texto, y están dispuestos a corroborar sus historias en la corte. Está previsto que las demandas se presenten en los próximos 30 días. No será una demanda colectiva, sino que cada caso se presentará de forma individual, principalmente en Nueva York y California, aclaró.
Entretanto, la abogada de Combs, Erica Wolf, que calificó la situación alrededor de su cliente como un «circo mediático imprudente», dijo que Diddy niega enfática y categóricamente cualquier aseveración de que abusó sexualmente de alguien, incluido menores. El artista considera falsas y difamatorias las acusaciones y asegura que demostrará su inocencia en la corte, «donde la verdad se establecerá con base a evidencia, no a especulaciones», manifestó Wolf en un comunicado a ABC13.