La escasez de servicios públicos en Gaza «va a matar a mucha, mucha gente», afirmó Avril Benoît, directora ejecutiva de Médicos Sin Fronteras (MSF).
Benoît explicó a CNN que a menudo se pierde el contacto con su equipo en el hospital Al-Shifa de Gaza debido a la falta de electricidad, la imposibilidad de cargar los teléfonos y el corte frecuente de la señal de telefonía móvil, lo que hace «difícil obtener información en tiempo real».
«Lo que sí sabemos es que nuestro coordinador médico estaba avisando de que el combustible estaba alcanzando mínimos catastróficos», dijo.
Benoît añadió que faltan analgésicos, algo que, según dijo, «lleva ocurriendo bastante tiempo».
«Hay una verdadera escasez de anestesia. Y de nuevo, esos equipos quirúrgicos van a tener que racionar. Van a tener que elegir quién la recibe y quién no, quién recibe la cirugía que salva vidas y quién no», dijo.
La gente en Gaza está «agotada, incluidos los equipos médicos que han estado trabajando sin descanso», dijo Benoît. «Todo el mundo está deshidratado, desnutrido y hambriento. «Es realmente una circunstancia difícil en la que poder siquiera centrarse en una respuesta a víctimas masivas que se necesita».
«Es absolutamente de vida o muerte en este momento. Hora tras hora es esencial que llegue la ayuda humanitaria», continuó Benoît. «Estamos profundamente preocupados por la suerte de todos los que se encuentran en Gaza en estos momentos, donde ningún lugar es seguro»