Keiko y Kenji Fujimori, hijos del expresidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000), rompieron en llanto frente al féretro de su padre, que fue trasladado al Museo Nacional del país suramericano para un velatorio público de tres días.
Cerca del mediodía (hora de Lima) –y antes de abandonar los espacios del Ministerio de Cultura–, los vástagos del exdictador, condenado en 2009 por delitos de lesa humanidad y liberado en diciembre de 2023 a través de un controvertido indulto, se despidieron de su progenitor y expresaron reflexiones sobre su influencia en la política peruana ante otros familiares, amigos cercanos, simpatizantes y periodistas. La manifestación pública de duelo fue calificada por Perú 21 como «conmovedora».
De su parte, la presidenta Dina Boluarte, acudió al velorio en compañía del premier Gustavo Andrianzén y algunos de los ministros de su gabinete para extender sus condolencias a los deudos de Fujimori. En adenda, su administración decretó tres días de luto por el deceso del exjefe de Estado. Las cámaras captaron a Kenji sollozando en el hombro de la mandataria.
Alberto Fujimori falleció la tarde del 11 de septiembre a los 86 años de edad a consecuencia de complicaciones asociadas a un cáncer de lengua que padecía hace más de 25 años.
Su muerte ha sido acogida de forma dispar en el seno de la sociedad peruana. Mientras sus detractores lamentaron que su desaparición física le impidiera responder plenamente ante la Justicia por casos relacionados con delitos de lesa humanidad perpetrados durante su gestión, otro segmento de la población manifestó públicamente su pesar.
