En los últimos 10 meses, el Gobierno de EE.UU. llevó a cabo por lo menos dos operativos relacionados con el narcotráfico que quedaron envueltos en una fuerte controversia debido a que fueron unilaterales, es decir, no compartieron información con las autoridades mexicanas.
Primero fue la detención en EE.UU. de Ismael ‘El Mayo’ Zambada y Joaquín Guzmán López, jefes del Cártel de Sinaloa, ocurrida en julio del año pasado, bajo el Gobierno de Jode Biden.
Luego, el pasado fin de semana, ya con Donald Trump en la presidencia de EE.UU., 17 familiares de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa, entre ellos su exesposa Griselda López, cruzaron la frontera de manera sorpresiva para entregarse al FBI.
Ambos casos han generado un clima de tensión bilateral, ya que, en su momento, el entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, le pidió información a Biden y, ahora, Sheinbaum repite la solicitud a Trump. Pero el Gobierno de EE.UU. mantiene los datos de ambos operativos en el máximo secreto.
«No han informado por qué entraron, no tenemos la información oficial o pública que diga por qué entró esta familia», señaló Sheinbaum el miércoles, luego de reconocer que se enteró de la entrega de los familiares de ‘El Chapo’ por la prensa porque, otra vez, el Gobierno de EE.UU. no anticipó información.
También advirtió que se trataba de una incongruencia de la administración Trump, ya que primero designó a los cárteles como organizaciones terroristas, pero ahora pareciera que negocia con ellos.