“La corrupción no será parte de la agenda de este Congreso Nacional, nunca”, dijo el presidente Luis Redondo.
La derogatoria de la nefasta “Ley de Secretos” ya es una realidad, ha sido publicada en el diario oficial La Gaceta, y los operadores de justicia tienen vía libre para solicitar información que antes era manejada como clasificada.
Ha sido una histórica labor desde que los congresistas proyectistas, Kritza Pérez y Jari Dixon Herrera, presentaron la derogación del decreto número 418 – 2013 contentivo de la Ley para la Clasificación de Documentos Públicos relacionados con la seguridad y la defensa nacional (Ley de Secretos), luego la creación del dictamen, discusión, aprobación, sanción por la presidenta Xiomara Castro y la publicación en La Gaceta; hoy, la derogatoria de la “Ley de Secretos” es una realidad.
Tal como lo mencionó el presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, “Desde este Congreso Nacional no vamos a ocultar información, desde aquí no se va a guardar dinero, aquí no va a entrar más nunca un carro lleno de dinero, prefiero renunciar, salirme, antes que permitir que cualquier grupo de poder o cualquier grupo criminal pueda ofrecer comprar la voluntad de todos y cada uno de los diputados, eso no lo vamos a permitir”.
Por parte de la bancada del Partido Libertad y Refundación, la congresista Xiomara Zelaya, expresó que “La derogación de la Ley de Secretos en la sesión del Poder Legislativo es una muestra de interés del Congreso Nacional de volver la institución hacia la transparencia y rendición de cuentas”.
Xiomara Zelaya, confía en que gracias a la derogación de la Ley de Secretos, ahora la ciudadanía podrá tener una mayor incidencia en la fiscalización de los proyectos.
“Mientras la ciudadanía exija y sea veedora, no volverá a pasar que nunca echen a andar los proyectos, porque se estará en permanente monitoreo y control de los recursos destinados al pueblo”, aseguró.
Este Poder del Estado recibió una emotiva felicitación por la derogación de la Ley de Secretos por parte de la Sociedad Americana de Prensa (SIP), quienes manifestaron que “aplaudimos la anulación de una ley que permitía a las administraciones de Honduras gobernar sin transparencia y en una asfixiante cultura de secretos”.
