Tegucigalpa, 15 de marzo de 2024.- En un mundo donde los alimentos
ultraprocesados se han infiltrado cada vez más en nuestra dieta diaria, las
repercusiones en nuestra salud son alarmantes. El sobrepeso, la obesidad y el riesgo
de desarrollar enfermedades cardiovasculares se han convertido en problemas de
salud pública de gran envergadura.
El Observatorio de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Universidad Nacional
Autónoma de Honduras (UNAH) advierte que tanto el sobrepeso como la obesidad
están cada vez más presentes entre niños y adolescentes. En un reciente estudio
reveló que al menos el 21.5% de los menores entre seis meses y doce años presenta
sobrepeso.
Los expertos coinciden en que el consumo frecuente de alimentos ultraprocesados es
uno de los principales impulsores de estos padecimientos, así como de enfermedades
relacionadas. Estos alimentos, caracterizados por su baja calidad nutricional, son altos
en grasas saturadas, grasas trans y azúcares añadidos. Su disponibilidad masiva y
precios asequibles los convierten en opciones tentadoras, especialmente en
comunidades donde los recursos económicos son limitados, como es el caso del 64%
de la población hondureña que vive en la pobreza.
Los impactos de su consumo excesivo van más allá del aumento de peso. Según la
Organización Mundial de la Salud (OMS), estos productos contribuyen al desarrollo de
enfermedades no transmisibles como la hipertensión, la diabetes tipo 2, ciertos tipos
de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Además, un estudio publicado en JAMA Neurology encontró una asociación entre el
consumo elevado de alimentos ultraprocesados y un mayor riesgo de deterioro
cognitivo y demencia.
Afortunadamente, hay iniciativas en marcha para abordar este problema de salud
pública. En Honduras, el Movimiento Hondureño por la Alimentación y la Salud (MAYS)
está presionando para adoptar una Ley de Etiquetado Responsable, inspirada en
regulaciones exitosas implementadas en otros países latinoamericanos como Chile,
Colombia y México.
Esta legislación busca proporcionar a los consumidores información clara y
transparente sobre el contenido nutricional de los productos alimenticios,
ayudándoles a tomar decisiones más informadas sobre su dieta.
“Chile es un ejemplo de éxito de esta regulación. Con sellos de advertencia que
identifican los alimentos ultraprocesados con altos contenidos de azúcares añadidos,
grasas saturadas o sodio, ha logrado fomentar una dieta más saludable”, afirman
representantes del Movimiento MAYS.
Esta medida, respaldada por la campaña Comiendo Mentiras, tiene como objetivo
facilitar a los consumidores la identificación de productos poco saludables y promover
una dieta más equilibrada y nutritiva.
Es imperativo que tanto los ciudadanos como las autoridades tomen medidas
concretas para abordar esta crisis de salud pública. Los niveles de sobrepeso, obesidad
y enfermedades relacionadas con el consumo excesivo de estos alimentos no pueden
ser ignorados y la acción urgente es necesaria para revertir sus efectos antes de que
sea demasiado tarde.
Para obtener más información sobre la Ley de Etiquetado Responsable, los
hondureños pueden visitar el sitio web www.comiendomentiras.com