Cientos de migrantes intentaron ingresar esta semana de forma ilegal a EE.UU. desde México. Unas grabaciones divulgadas recientemente en las redes sociales muestran a una avalancha de personas que pasa corriendo frente a los agentes en dirección al sector fronterizo de El Paso procedente de Ciudad Juárez.
En su objetivo de llegar a suelo estadounidense, los migrantes se desplazaban a lo largo de la orilla del río Bravo gritando y silbando. Las autoridades, a su vez, observaban la escena sin intentar frenar a la multitud eufórica.
«Mientras Estados Unidos siga abriendo las puertas de su frontera y excepcionalmente permita el paso a algunos grupos, familias, menores, personas vulnerables, es un llamado a que vengan más migrantes», comentó Francisco Garduño, integrante del Delegado de Migración en el lado mexicano de la frontera.
Al mismo tiempo, se informó que un gran grupo de migrantes establecieron campamentos improvisados junto a la valla de alambre en espera del permiso para avanzar hacia el muro fronterizo y solicitar asilo. Muchos de ellos llegaron hasta la frontera en tren y lograron evadir un operativo desplegado este martes por el Instituto Nacional de Migración de México en conjunto con la Policía municipal de Ciudad Juárez y la Guardia Nacional mexicana.
El último cruce masivo tuvo lugar tan solo unos días después de que los medios mexicanos informaran sobre la llegada de hasta 3.000 migrantes a Ciudad Juárez a bordo de trenes de carga. Los migrantes se arriesgan a llegar hasta la frontera estadounidense a pesar del aumento de control ferroviario por parte de las autoridades mexicanas y el despliegue de la Policía y la Guardia Nacional Mexicana en el lado de Ciudad Juárez del río.
De acuerdo con los reportes, este miércoles por la mañana se contabilizaron aproximadamente 300 solicitantes de asilo acampados junto al muro fronterizo de EE.UU. esperando ser recogidos para ir a los centros de procesamiento de Aduanas y Protección Fronteriza en El Paso. Otras 200 personas buscaban una oportunidad para cruzar el río a pesar de la fuerte presencia de tropas de la Guardia Nacional de Texas.
México es un punto de paso para los migrantes centroamericanos y sudamericanos que tratan de llegar a EE.UU. Más de 2.000 personas por día entran a EE.UU. por la ciudad fronteriza de El Paso buscando asilo, excediendo la capacidad de refugio y agotando los recursos de la urbe, comunicó en septiembre el alcalde Oscar Leeser.
La Administración del presidente Joe Biden implementó en mayo pasado una nueva política migratoria para disuadir los cruces ilegales, que incluye la deportación de migrantes y la prohibición del reingreso al país durante cinco años.
En un mes, las medidas más duras provocaron que los cruces irregulares cayeran alrededor del 70 %, pero un reciente aumento en las llegadas a la frontera, combinado con un número mucho mayor de personas, sugiere que el efecto disuasorio inicial está desapareciendo.