La Policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala detuvo a Walter Mauricio Trejo Mejía, considerado uno de los líderes de la Mara Salvatrucha (MS-13), una organización criminal de pandillas con relevancia internacional y las más poderosa de El Salvador y Centroamérica.
Según las autoridades, Mejía es el máximo líder del MS-13 en el Triángulo Norte (Salvador, Honduras, Guatemala). Su detención se efectuó en la colonia Vista del Valle, en la ciudad de Mixco, y se llevó a cabo por una denuncia anónima telefónica.
«[Mejía] ha sido observado y documentado en reuniones con máximos líderes de la organización criminal en diferentes departamentos de Guatemala», explicó la PNC.
Mejía cuenta con varios antecedentes, entre ellos, cinco por homicidio agravado y cuatro por agrupaciones ilícitas y terroristas. Tenía dos órdenes de captura en su país.
Junto a él fueron detenidos Iván Ulises Orellana Contreras, alias ‘Psicosis’; Antonio Martínez Aguilar, conocido como ‘Frijolito’, y Samuel Adonay Pérez Blanco, este último con una orden de captura en El Salvador por proposición y conspiración para el delito de homicidio agravado.
Expulsados a El Salvador
«Se ha detenido a cuatro personas que están siendo expulsadas en este momento del territorio nacional. Cuatro salvadoreños, peligrosos criminales están siendo puestos a disposición de las autoridades de aquel país», declaró Jorge Aguilar, portavoz del Ministerio de Comunicación.
El ministro de Seguridad de El Salvador, Gustavo Villatoro, alabó el trabajo coordinado entre los cuerpos de seguridad de ambos países. «No importa dónde huyan y que traten de esconderse, vamos a buscarlos uno por uno. Gracias a la investigación coordinada con otros países permitirá que estos terroristas vengan a pagar por sus crímenes ante la justicia salvadoreña», señaló.
Por otro lado, la Justicia salvadoreña condenó el jueves a dos pandilleros de la MS-13 a 269 y 325 años de prisión por su participación en el homicidio en 2016 de siete personas, entre ellas, cuatro soldados.
«Estos sujetos fueron capturados gracias al régimen de excepción y han recibido penas ejemplares por sus crímenes», detalló en un comunicado la Fiscalía.
Las autoridades de la nación centroamericana practican detenciones masivas de presuntos pandilleros desde el pasado mes de marzo, cuando fue decretado un régimen de excepción en respuesta a una escalada de la violencia que se cobró la vida de 87 personas entre el 25 y el 27 de marzo.
En noviembre, la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó en noviembre la octava prórroga de un régimen de excepción, que ha dejado más de 57.000 detenidos.
Las organizaciones humanitarias han recibido miles de denuncias de violaciones de los derechos humanos durante estos meses.