PUBLICIDAD

Taiwán un faro de luz en las Naciones Unidas

Vivia Chang Embajadora de la República de China (Taiwán)
Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp

El 77º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) está pronto a
iniciarse, programado para comenzar el debate general del 20 al 26 de septiembre y teniendo como
tema en este año es "Momento decisivo: soluciones transformadoras para desafíos complejos",
reflejando los desafíos globales graves de la pandemia de COVID-19, la guerra ruso-ucraniana, la
crisis energética y alimentaria, el cambio climático y las amenazas a las cadenas de suministros que
se encuentran en un momento crítico de la historia y el mundo debe trabajar en conjunto.
La Carta de la ONU, en su preámbulo expresa “Nosotros los pueblos”, es una clara declaración de
la determinación de la organización para “reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre,
en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y
de las naciones grandes y pequeñas”.
Este es un momento decisivo donde todos los miembros de la comunidad internacional deben
permanecer juntos para fortalecer el compromiso colectivo de defender los principios
fundamentales de la Carta de la ONU. Por tanto excluir a los 23 millones de ciudadanos de la
República de China (Taiwán) supone una brecha en los valores fundacionales de la organización.
Hacemos un sincero llamado a la ONU para que cumplan con su compromiso hacia la inclusión y
los derechos humanos garantizando que los ciudadanos de Taiwán disfruten de los mismos derechos
que las personas de otras naciones.
Es muy desalentador que se siga malinterpretando y aplicando incorrectamente la Resolución 2758
adoptada por la Asamblea General de la ONU en 1971. El hecho de usar dicha resolución como
base jurídica para justificar la exclusión arbitraria de Taiwán socava los valores fundamentales y los
objetivos de la organización.
La Resolución 2758 de la ONU solo determinó la cuestión de quién representa el Estado miembro
de la ONU “China” y su texto no incluye la palabra Taiwán y tampoco pretende definir qué
constituye China. Únicamente el gobierno electo democráticamente de Taiwán puede representar a
su pueblo en la esfera internacional.
La comunidad Internacional se enfrenta a muchos retos, que solo se pueden abordar mediante la
cooperación internacional, y Taiwán es un socio capaz, de confianza, y bien dispuesto, por eso mi
gobierno insta a la ONU a adoptar las disposiciones necesarias para que Taiwán participe de forma
significativa en las pertinentes agencias y mecanismos especializados de la ONU: la Organización
Mundial de la Salud, la Organización de Aviación Civil Internacional y la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático entre otras.
Para compensar la falta de progreso en la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS), Taiwán ha trabajado con los países socios en una amplia gama de temas, entre los que se
encuentran epidemias, océanos, financiamiento climático, igualdad de género e innovación social.

Por tanto la ausencia de aportaciones y contribuciones valiosas de Taiwán al sistema de la ONU
perjudica a la comunidad internacional y el bienestar de la humanidad.
En esta era de la pospandemia, aún quedan desafíos por delante. Debemos trabajar todos juntos para
que nuestros sistemas económicos y sociales sean más igualitarios, inclusivos, sostenibles y
resilientes. La inclusión de Taiwán es un paso crucial y necesario para una mejor recuperación
conjunta y para cumplir puntualmente con la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 en su totalidad.
Instamos a la ONU a que permitan la participación digna y significativa de Taiwán en la
implementación de los ODS de la ONU.
En otro apartado la carta de la ONU manifiesta que los propósitos y principios de la ONU son los
de mantener la paz y la estabilidad internacionales resolviendo los conflictos internacionales por
medios pacíficos y tomando medidas efectivas y colectivas en respuesta a las amenazas a la paz. Mi
gobierno está profundamente preocupado por las recientes actividades militares en las áreas
alrededor de Taiwán que socavan el statu quo en el Estrecho de Taiwán, escalan las tensiones,
impactan en el comercio y el transporte internacional, y ponen en riesgo la paz y la seguridad
regional.
En este sentido, elogiamos la respuesta de Taiwán por seguir manteniendo la calma. Es imperativo
que la ONU y sus estados miembros se abstengan de amenazar o usar la fuerza, y defender así el
orden internacional basado en reglas de acuerdo con los propósitos y principios de la ONU.

Más sobre

Déjanos un Mensaje