Por Jim Heintz – The Associated Press
La Fiscalía rusa pidió este jueves en sus alegatos finales que la jugadora del baloncesto estadounidense Brittney Griner sea condenada a nueve años y medio de cárcel tras declararse culpable de posesión ilegal de cannabis.
El juicio se acerca a su fin casi seis meses después del arresto de Griner en un aeropuerto de Moscú, en un caso que ha llegado a las más altas esferas de la diplomacia entre Estados Unidos y Rusia.
Aunque la condena parece casi segura, dado que los tribunales rusos rara vez absuelven a los acusados y Griner ha reconocido llevar en su equipaje cartuchos de vapeo con aceite de cannabis, los jueces tienen un margen considerable para dictar su sentencia.
Los abogados de la jugadora de los Phoenix Mercury han mantenido que no tenía intención de cometer un delito y que puso los cartuchos en el equipaje al hacer su maleta con prisas. Asimismo, han presentado testigos del equipo ruso para el que juega en la temporada baja de la liga WNBA y el testimonio de un médico que afirmó haberle recetado cannabis como tratamiento para el dolor.
Una abogada del equipo de defensa de Griner, Maria Blagovolina, reiteró que llevó los cartuchos a Rusia por descuido y que utilizó el cannabis como medicina únicamente mientras estaba en Arizona, donde es legal. El fiscal Nikolai Vlasenko sostuvo, sin embargo, que Griner envasó el aceite de cannabis deliberadamente.
Si es condenada, su caso girará en torno a la posibilidad de que las autoridades rusas y estadounidenses lleguen a un acuerdo para realizar un canje de presos.
Antes de que comenzara el juicio en julio, el Departamento de Estado dijo que Griner estaba «detenida injustamente» y delegó la supervisión de su proceso en el enviado especial del presidente para temas de estadounidenses presos en otros países, que en realidad actúa como negociador principal de rehenes del Gobierno.
En un paso inusual, el secretario de Estado, Antony Blinken, habló la semana pasada con su homólogo ruso, Sergey Lavrov, a quien instó de aceptar un acuerdo según el cual Griner y Paul Whelan, un estadounidense encarcelado en Rusia por una condena de espionaje, serían intercambiados por el comerciantes de armas ruso Viktor Bout, según personas conocedoras del caso.
Esta llamada supuso el contacto de más alto nivel conocido entre Estados Unidos y Rusia desde que la invasión rusa a Ucrania hace más de cinco meses. Las negociaciones por Griner van en contra de los esfuerzos estadounidenses por aislar a a Rusia y subrayan la presión pública a la que se ha enfrentado la Casa Blanca para conseguir la liberación de la jugadora de baloncesto.
[La Casa Blanca afirma que Rusia está preparando la anexión de más territorio de Ucrania]
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo el lunes que Rusia respondió de «mala fe» a la oferta del Gobierno con una contraoferta que no se considera seria y que no fue detallada.
Los oficiales rusos se han burlado de las declaraciones de Estados Unidos sobre el caso, asegurando que muestran una falta de respeto por la ley rusa y pidieron discutir el asunto a través de «una diplomacia tranquila, sin divulgar información especulativa