Tras un reñido debate en el ámbito laboral sobre la necesidad de concederles a las mujeres una baja médica por dolores menstruales, la Comisión de Asuntos Sociales de la Asamblea Nacional de Francia rechazó este miércoles el proyecto de ley que garantizaría hasta 13 días de baja al año por «menstruación incapacitante» y el teletrabajo durante todo el período de dolores cada mes.
La votación puso de relieve la división de posturas sobre el tema. Con 16 votos a favor y 16 en contra, faltó solo un voto para que salga adelante la propuesta legislativa de Sébastien Peytavie y Marie-Charlotte Garin, dos diputados de la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES).
«Si los hombres tuvieran regla, esta ley se habría aprobado hace mucho tiempo», declaró el jueves Peytavie. Junto con su colega ecologista, trató de crear conciencia sobre la necesidad de ajustar las leyes a la realidad fisiológica de las mujeres, y para ello no se les ocurrió nada mejor que someter a los diputados a un simulador de dolores menstruales, para que sientan en carne propia lo que experimentan las mujeres.
Una decena de diputados de diversos partidos participaron en el experimento en el que se les pidió que leyeran un texto sobre la situación en Francia mientras el simulador les provocaba fuertes calambres. Peytavie compartió el pasado viernes en X el video con las reacciones de los hombres, que hacían muecas de dolor acompañadas de exclamaciones como «Es terrible» o «Hace mucho daño«.
Pese a la falta de la regulación de la cuestión a nivel nacional, en Francia ya son cada vez más los ayuntamientos que implementan o prevén introducir las bajas por regla para las mujeres, además de las empresas como Carrefour y L’Oreal y universidades como la Sorbona de París, la Universidad de Angers y las de Burdeos y Montpellier.
En marzo de 2023, Saint-Ouen se convirtió en la primera ciudad francesa en introducir la licencia por dolores menstruales para sus empleadas. Otros municipios, como Lyon, Arras y Guyancourt, siguieron su ejemplo. También se lanzaron experimentos de este tipo en Estrasburgo, Tours y París, recoge Libération.