Rumanía no será «verdaderamente soberana hasta que devuelva el Estado rumano a sus fronteras naturales», que incluyen algunos territorios que actualmente forman parte de Ucrania y Moldavia, declaró esta semana Claudiu Tarziu, presidente del Consejo Nacional de Dirección del partido Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR).
Durante su intervención en la ciudad rumana de Iasi, Tarziu enumeró los territorios que Rumanía debería anexionarse: la región Bucovina del norte, que en 1944 pasó a formar parte de la República Socialista Soviética de Ucrania; la región de Besarabia, en la mayor parte de su territorio se estableció la República Socialista Soviética de Moldavia; mientras que la parte meridional fue transferida a la RSS de Ucrania, el territorio de Hertsa, incluido en la región ucraniana de Chernovtsi, fronteriza con Rumanía, y la región ucraniana de Transcarpacia.
«Todo lo que perteneció y pertenece a la nación rumana debe volver a las fronteras del Estado. Este es el ideal que no debemos olvidar», subrayó, añadiendo que «nos interesa que Rumanía sea uno de los primeros Estados del mundo».
Además, señaló que «en un contexto en el que los grandes imperios luchan entre sí […] Rumanía tiene que enfrentarse a estos grandes imperios para obtener su soberanía y hacerla plena».
Al mismo tiempo, si Bucarest decide dar este paso, esto pondrá en peligro el estatus de Rumanía como miembro de la OTAN y como miembro de la Unión Europea, ya que anexionarse partes de Ucrania significaría violar varios tratados y principios internacionales.
Cabe recordar que en septiembre del 2022, el exministro de Asuntos Exteriores rumano, Andréi Marga, también afirmó que Rumanía debe anexionar algunos territorios de Ucrania. «Estamos aquí con una situación absolutamente especial y lo presento con plena responsabilidad, Ucrania se encuentra en fronteras no naturales», expresó, añadiendo que se tiene que transferir Transcarpatia a Hungría, la región de Galitzia a Polonia, Bucovina a Rumanía y Donbass y Crimea a Rusia.